Una vez más queda demostrado que no todo es lo que parece. Ha simple vista y sin reparar en detalles se podría decir que aquel animal feroz, el león, gran cazador, solo ataca. En este caso, una leona, tiene en la boca a su cachorro. Indefenso, aun muy pequeño para protegerse solo del peligro que siempre va a estar al acecho. Un cuadro que pone al desnudo el amor y protección que también existe en esos animales que solo creemos feroces.
lunes, 27 de agosto de 2012
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